Presentación
El 6 de setiembre del 2002 se llevó a cabo la Jornada Nacional
sobre Trueque y Economía Solidaria, actividad que fuera concebida
y programada conjuntamente entre el Instituto del Conurbano de la
Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) y el Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo en Argentina (PNUD).
Coordinada por José Luis Coraggio (ICO/UNGS), contó
con el valioso aporte de Elba Luna (PNUD). Este libro tiene por objeto
presentar las reflexiones y propuestas gestadas en ese encuentro.
Ambas instituciones coincidieron en la necesidad de abrir un espacio
de diálogo abierto, pluralista y democrático, en el
que pudieran oírse todas las voces y ser analizadas en profundidad
las posibilidades y límites, las solidaridades, acuerdos y
conflictos que acompañan a una de las formas más originales
y eficaces de organización de la economía popular en
la Argentina. En el que, además, pudieran plantearse los caminos
alternativos del trueque y su contribución al desarrollo de
formas económicas que permitan la integración social
mediante el trabajo productivo y reproductivo.
La historia del trueque en el país es tan breve como relevante:
recién se han cumplido ocho años desde la creación
del primer nodo en Bernal (partido de Quilmes, provincia de Buenos
Aires) en mayo de 1995. Desde aquel momento, que hasta la crisis
del trueque, en textos y discursos aparecía parafraseando
a Borges revestido de las características de una fundación
mítica, ha corrido mucha agua bajo los puentes. En un país
donde los procesos sociales se caracterizan por su velocidad e intensidad,
por la complejidad y magnitud de sus problemas (y lamentablemente,
por su perdurabilidad), el trueque no puede ser comprendido sin ser
previamente enmarcado en ese contexto.
Como señaláramos en los materiales de presentación
de la Jornada, luego de un significativo período de gestación
y experimentación, las redes de trueque alcanzaron una escala
inédita ante la profundización de la recesión
y la falta de dinero en plaza, provocados por los procesos posconvertibilidad
(incautación de los depósitos el llamado corralito,
inflación con especial encarecimiento de los alimentos
básicos, y persistencia de las tasas de desocupación).
Elementos contextuales o externos importantes en la explicación
de lo que los propios actores involucrados definen, en las páginas
siguientes, como la crisis del trueque.
Si bien, y como se mostrará más adelante, no existen
precisiones sobre cantidad de población abarcada, la estimación
más citada refería a 2,5 millones de personas participando
en el trueque hacia mayo del 2002. Una cifra de esta magnitud, que
representaría alrededor del 7% de la población del país
y más del 12% de la población económicamente
activa, es sin duda reveladora del grado de incidencia social del
fenómeno. Independientemente de la incógnita sobre la
magnitud absoluta, hay acuerdo en todas las fuentes en que el crecimiento
del trueque es alto y constante desde 1995, y explosivo entre el 2001-2002.
En el contexto de una recesión de cuatro años y de los
problemas estructurales que presenta el mercado de trabajo asalariado,
o cuentapropista, para incorporar población activa y garantizar
el acceso a los consumos básicos, la práctica del trueque
está indicando nuevas formas de organización del consumo,
de relaciones
con el mercado, así como un intento de refundación de
una solidaridad orgánica en la que el acceso previo al dinero
de curso legal no constituye el factor limitante. La relación
del trueque con emprendimientos productivos centrados en el trabajo
y con empresas de capital, con los mercados de insumos mediante la
utilización de dinero de curso legal para su adquisición,
con los mercados pecuniarios en general y con diversas instancias
de gobierno, son todas tendencias que complejizan y vuelven más
problemática la experiencia social del trueque, registrándose
diversas posiciones acerca de los límites legales y morales
de esta actividad.
Por otro lado, las urgencias masivas de los ciudadanos excluidos priorita
la eficacia inmediata en aras de cubrir condiciones elementales para
la supervivencia, con lo cual el sentido fundante de las primeras
redes, muy ligado a la creación de comunidades de contención
interpersonal y al desarrollo de prácticas dialógicas,
ha tendido a ser erosionado por el pragmatismo y la inmediatez. Su
masividad genera oportunidades de lucro que plantean dilemas tanto
al Estado como a la sociedad, a la vez que la presencia del intercambio
de bienes usados sin valor agregado en el interior de las redes, cuestiona
su naturaleza como economía centrada
en el trabajo y la categoría misma de prosumidores
de sus integrantes.
El Estado comienza a reconocer a estos fenómenos como actividades
no puramente sociales sino económicas, lo que las hace pasibles
de entrar en la mira de los agentes fiscales. Una parte de la conflictividad
emergente induce a pensar iniciativas de intervención reguladora
por parte del poder público. Tal situación, promovida
también por algunos sectores intervinientes en el trueque,
genera resistencia en otros debido a la erosión de la legitimidad
de los sistemas de representación política, y a concepciones
que afirman, con matices, la necesidad de la independencia del Estado.
Si para algunos el trueque es un fenómeno temporario, de refugio
ante la crisis, y para otros es una institución que va a permanecer
una vez pasado el estado más agudo de la recesión económica,
los sentidos posibles de esta actividad y los criterios para su autorregulación
no pueden ser discernidos completamente en sus
propios términos institucionales. Entendemos necesario reflexionar
sobre ellos dentro del conjunto de iniciativas de economía
popular que emergen desde la sociedad ante la crisis. Situar las redes
de trueque en el conjunto de iniciativas pro Economía Social,
y alcanzar acuerdos amplios basados en la confianza mutua,
parecen ser condiciones para la sustentabilidad, legitimidad y desarrollo
de todo el potencial de esta forma económica.
En este marco, la UNGS y el PNUD se plantearon la necesidad de aportar
al desarrollo de esta actividad una perspectiva estratégica
que contribuya a orientar loscomportamientos inmediatistas y reactivos
que se detectan frente a la situación descripta. Y consideraron
como desafío de la Jornada contribuir a generar un espacio
público donde estas cuestiones puedan debatirse en un ambiente
pluralista y avanzar en
la comprensión de las condiciones para potenciar estos desarrollos,
dejando planteada una agenda de trabajo conjunto en dicho espacio.
El evento tuvo por objetivo, entonces, brindar un ámbito en
el que fuera posible presentar y discutir la experiencia del trueque
a través de las voces de sus integrantes, a partir de sus distintas
posturas, lineamientos y expresiones geográficas. Pero, a la
vez, ligar esta experiencia a la reflexión sobre las condiciones
del desarrollo del trueque como componente de la economía social
y solidaria, revisando en particular uno de los problemas clave que
enfrenta, tanto en términos estructurales como coyunturales:
la moneda de las redes de trueque. También sobre la cuestión
del cuasi-dinero se buscó incorporar distintos puntos de vista
al análisis. Finalmente, se intentó posibilitar que
en el encuentro confluyeran y reflexionaran, en conjunto con los actores
del trueque, otros de distinta procedencia (agentes sociales que impulsan
distintas variantes de la economía solidaria, funcionarios
estatales, académicos, legisladores, miembros de ONGs), no
sólo para repensar la historia vivida por el trueque y sus
problemas, sino sus posibilidades más allá del corto
plazo.
La Jornada fue diseñada en ese sentido. El 6/9/02 nos reunimos
en el campus de la UNGS más de ciento sesenta participantes.
Los documentos elaborados por los ponentes y las intervenciones de
los comentaristas y de los participantes componen las secciones I
a IV de este libro. Reconociendo la existencia de conflictos entre
las redes, tal como se señala en las conclusiones, el formato
de paneles y comentaristas
se debió, en buena parte, a la intención de que la más
amplia cantidad de sectores pudiera estar representada, posibilitando
el intercambio y discusión. Posiblemente la edición
de las desgrabaciones de las intervenciones durante los paneles y
los talleres no refleje la intensidad y calor del debate que, en algunos
momentos,
dificultó el registro e identificación de las participaciones.
Al día siguiente de la Jornada Nacional, el sábado 7
de setiembre, se realizó un encuentro al que fueron invitados
a participar la totalidad de los ponentes y comentaristas, legisladores,
integrantes de ONGs y participantes de otras experiencias de economía
popular, con la finalidad de avanzar en la constitución de
una agenda de trabajo. José Luis Coraggio, como coordinador
del evento, propuso los siguientes temas de agenda para iniciar la
reunión que si bien no pudieron ser abarcados en su totalidad
debido al tiempo disponible constituyen un aporte a la elaboración
de un programa de trabajo, tanto en términos de investigación
académica e institucional como de acción, que incorpore
al trueque en la conformación de una estrategia alternativa
de economía popular y amplíe sus bases de sustentabilidad:
A) Vinculación con la economía social y, en particular,
con su sector solidario. Acuerdo sobre necesidad de organizar la producción
y distintas tácticas para hacerlo, teniendo en cuenta que hay
otras lógicas y estrategias para organizar el trabajo y la
satisfacción de necesidades: movimientos de consumidores, de
usuarios, asociaciones de mejoramiento barrial, cooperativas de trabajo,
microemprendimientos familiares que producen para el mercado, unidades
domésticas que combinan diversas formas de reproducción
y de inserción socioeconómica, desarrollo local que
combina reactivación de empresas con la defensa del mercado
local, etc. Acceso a genuinos apoyos técnicos que están
concentrados en universidades, institutos,
ministerios, etcétera.
B) Posibilidad de definir legalmente un sector de economía
social, sin fines de lucro. Capaz de acumular para potenciar su capacidad
productiva pero sin explotación del trabajo ajeno y sin ganancia
(cooperativas democráticas y reales, empresas comunitarias,
empresas sociales, etc.), donde el mecanismo del trueque es uno entre
muchos para fortalecer ese sector ante el mercado excluyente y orientado
por el lucro privado. Papel del Estado en redefinir su concepto de
legal/ilegal, legítimo/ilegítimo, facilitando la emergencia
normativa de estos emprendimentos asociativos sin fines de lucro,
en promoverlos sin pretender cooptarlos, en facilitar
un sector de banca ética, en abrir espacios de participación
ciudadana en la gestión de recursos (en moneda de curso legal,
en especie, en servicios técnicos). Papel de la sociedad y
sus organizaciones en controlar que esos marcos no sean manipulados
desde su origen (consulta a los actores sociales), en que su reglamentación
e implementación no realimente el clientelismo y, por el contrario,
posibilite la ocupación
de espacios de participación y gestión.
C) Cuestiones operativas vinculadas con el seguimiento del espacio
del intercambio. Es interesante señalar que fue un reclamo
de algunos de los participantes del evento la tardía preocupación
de la academia por el tema del trueque y sus avatares. Reclamo especialmente
justificado en lo que hace a su participación institucional
en términos de la generación de programas de investigación
que contribuyan a la construcción de una estrategia alternativa
y de articulación sociedad-universidad. Y, en menor grado,
en lo que hace a la producción de estudios e investigaciones
puntuales sobre el fenómeno, que si bien existen, muchas son
de los últimos años. En el CD que se entregó
a los participantes de la Jornada se incluye una base de artículos
periodísticos, en formato electrónico, de algunos diarios
nacionales y varios de cobertura provincial-regional; una base bibliográfica,
una selección de textos, una bibliografía general citada
en los artículos sobre el trueque y una base sobre la legislación
presentada en las cámaras nacionales. Si se compara la primera
base con las restantes, aparece con claridad que la presencia mediática
del trueque es concomitante con el interés académico
y legislativo. Lo cual es explicable no sólo por una simple
relación causal que seguramente existe sino por
las propias características del fenómeno y su capacidad
de generar nuevas relaciones sociales.
Asumiendo la crítica sobre el papel débil de la academia
respecto de este fenómeno socioeconómico, es posible
conjeturar que los sectores contestatarios en la Argentina usualmente
los más interesados en fenómenos de esta naturaleza
tienden a hacer predominar en su mirada (tanto en concepciones como
objetos de estudio) los fenómenos relacionados con la producción
o aquellos que se acercan más a un proyecto estratégico
tradicional. Tal vez esto contribuya a explicar por qué el
trabajo silencioso de cientos de movimientos sociales y agentes de
cambio en la esfera cultural y en la del intercambio, como la que
representa el trueque, hayan despertado un interés académico
relativamente reciente.
En la sección final de este libro incluimos dos artículos
elaborados por investigadores de la UNGS. El primero de ellos, de
José Luis Coraggio, es de 1998 y corresponde a los trabajos
que analizan el trueque como proceso. Haciendo una lectura de tipo
estructural, revisa sus instrumentos y reflexiona sobre su futuro
en términos de su posible articulación con otras formas
de la economía social y solidaria, de acuerdo con la caracterización
de los estudios sobre el trueque que se propone en el documento base
de la Jornada (sección I de este libro). El otro trabajo, de
Inés González Bombal, se basa en un estudio de campo
realizado en el 2000 y se ocupa en palabras de la autora
del trueque en el marco de los procesos de movilidad descendente
de la clase media, resultado del proceso de mutación
estructural iniciado durante la última dictadura militar
y concretado durante la década menemista en los noventa.
Forma parte del segundo tipo de estudios según la caracterización
mencionada al examinar la producción escrita referidos
al conjunto de investigaciones empíricas, que describen a los
actores y las prácticas y representaciones de los participantes
del trueque en relación con las nuevas condiciones de sociabilidad,
la crisis de reproducción de los sectores medios y los dispositivos
y estrategias de supervivencia
Este libro no tiene una introducción o un capítulo de
conclusiones que realice una síntesis a partir de los análisis
de los materiales incluidos en las distintas secciones, como suele
ser usual en trabajos de este tipo. Y no la tiene porque inevitablemente
hubiera expresado nuestra interpretación de lo ocurrido en
el encuentro.
Consideramos que la Universidad1 constituyó un actor más,
si bien fue responsable en tanto organizadora de la elaboración
del documento base y de los criterios de selección de los participantes
y las temáticas. No quisimos reservarnos el derecho de disponer
de una instancia adicional la del cierre analítico
al espacio de intercambio compartido que constituyó la Jornada.
Por la diversidad y riqueza de las participaciones, los intercambios
y discusiones que registra, esperamos que este texto constituya un
aporte a la sistematización y reflexión del trueque
en la Argentina, país donde su alcance y extensión ha
sido mayor que en cualquier otro hasta el momento, a la vez que un
testimonio de
sus potencialidades y limitaciones, de su historia, la de los actores
involucrados y su futuro.
Finalmente deseamos agradecer en forma especial la eficiente tarea
realizada por Gonzalo Vázquez, responsable de la organización
del evento, y la de los estudiantes e investigadores-docentes del
Instituto del Conurbano, que participaron en distintos aspectos de
ella. También a Alberto M. Federico Sabaté y Ana Luz
Abramovich por su valiosa colaboración en la edición
de este libro, cuya publicación ha sido financiada por PNUD.
Susana Hintze
1 El evento, la elaboración de los materiales incluidos en
el CD, y el documento base (sección I de este libro) forman
parte de las tareas del Proyecto de Investigación Los
emprendimientos sociales de la Economía del Trabajo: actores
y estrategias en la promoción de organizaciones productivas
(ICO/UNGS, 2002-2004).
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